sábado, 12 de julio de 2014

La vida en Bath era maravillosa

Hoy voy a narrar la crónica de una experiencia única: de esas que se graban eternamente en la memoria, de esas que dejan unos recuerdos preciosos en la mente, y que, cuando pasa el tiempo, sólo hacen que sonrías y que tu sonrisa sea enorme. Hoy voy a contaros cómo la vida en Bath (England) dio un giro de 180 grados para mí. 


Siempre fue mi sueño ir a Bath. Desde que tenía 7 años, y mi madre insertó en mí una droga llamada Jane Austen difícil de borrar, siempre supe que estaba destinada a ir. Así que no es de extrañar que soñase demasiado con poder pisar las calles por donde Jane (y algunos de sus personajes inmortales) pasó. Leía muchísimo sobre Bath, me sabía su historia al dedillo, me dedicaba a informarme sobre cada acontecimiento, cada suceso que pasara allí. Hasta que la vida se puso de mi parte y comenzó una de las etapas más maravillosas: la Universidad de Sevilla me becó para realizar mi Doctorado sobre Literatura Inglesa, y yo, por supuesto elegí a Jane Austen. En noviembre de 2013, por fin podría saber cómo era de verdad vivir en Bath.


Sus calles al estilo victoriano, sus parques verdes, su clima, sus gentes, sus Termas Romanas, su Pump Rooms, su Royal Crescent, su tranquilidad. Todo me enamoró. No era consciente de que estaba pasando por sitios que incluso ya conocía por fotos, que estaba allí, más cerca de Jane Austen que nunca. 


Estar allí durante todo ese tiempo fue un verdadero sueño hecho realidad. Estar en Bath inspiró una de las etapas más maravillosas de mi vida, gracias a la cual, conocí a gente maravillosa, me he embarcado en proyectos ambiciosos y mi investigación se ha impulsado de una forma descomunal. Ahora sólo pienso en que llegue pronto mi próxima estancia, que llegue pronto mi investigación no sólo por Bath, también por ciudades como Winchester y Chawton, claves para comprender la obra de Jane Austen. Gracias a ello, he crecido como persona, tengo a mi lado al amor encarnado en ser humano y he conseguido cosas que nunca podría imaginar. Altamente recomendable. 




Y en mi próxima entrada...hablaré sobre mis visitas a Londres. MAGIC. 

:) 


miércoles, 9 de julio de 2014

Y brindemos por muchos más.

10 meses. Los 10 meses más felices y vivos de toda mi vida.

Y que sean muchos más. Todo irá bien mientras siga agarrada a tu brazo derecho.

We are eveything together :)

miércoles, 1 de mayo de 2013

Ana

Ella da diez pasos y al noveno puede que se eche a reír. Porque ella, es así. Y tiene ese tipo de sonrisa que se extiende por las mejillas hasta llegar a esas ganas de vivir pegadas en sus comisuras. 

Nadie sabe qué puede pasar con ella. Y eso es lo mejor, porque es una caja de sorpresas. De lo que sí está todo el mundo seguro es que las risas nunca faltarán a su lado. Porque no pasan cinco minutos sin oír una carcajada suya. 

Y es que llegas, y me encuentro con un corazón más grande que toda esta ciudad junta. Y dejas tu trocito de magia por todos lados. Porque si es verdad que no pasan cinco minutos contigo sin una risa de por medio, más cierto es aún que no he pasado ni un segundo desde hace casi dos años sin dejarte de querer.

Porque tú eres la única persona que sonríe así, tan por fuera y tan por dentro a la vez. Una muchacha enamorada que corre por todos lados con el corazón en la mano y que ya tropezó una vez hace mucho tiempo. Y eso le ha enseñado a ser más fuerte. Más de lo que ella cree. 

Siempre hay miedo de andar y no llegar a ningún sitio, pero sé que tú llegarás lejos, porque a las personas como tú el destino, que es muy sabio, les tiene preparado el mejor premio. 

No te preocupes si algunas veces las cosas no van bien. Sabes que puedes contar conmigo para siempre. Pero contar de verdad. Pero ayúdame tú también, porque sabes de sobra que te necesito para no volver a caerme.

Y es entonces cuando pienso una cosa: que si no te salen los planes, no le quites a ella su sonrisa inconfundible de la cara, porque al final de la partida, siempre pierde quien debe perder.

Así es Ana: nadie imagina lo tierna que podía llegar a ser, lo valiente que podía resultar y la magia que aguarda dentro de sí.

Ella da diez pasos y puede que al noveno se eche a reír. O puede que tropiece, pero esta vez no caerá porque tiene muchos corazones que la sujetan. Como el mío.

Te quiero.

Mucho.




sábado, 17 de noviembre de 2012

Ese veinticuatro

Noviembre suena a melancolía. Melancolía disfrazada de recuerdos. No sé si me explico.
Noviembre es igual a dos años sin ti. Dos años desde que un veinticuatro decidieras que este mundo ya no estaba hecho a tu medida y te fuiste. Dos años desde que decidieras seguir cuidándome pero desde el cielo.
Parece mentira que ya haya pasado tanto tiempo, ¿eh? Y tantas cosas que han cambiado....Pero aún siento que sigues aquí, conmigo. Y que acudes cuando más te necesito. Y te imagino sonriéndome como nadie lo ha hecho ni lo hará jamás, con esa forma tan tuya de saber lo que me pasaba con solo echarme un vistazo.
Hicimos un trato, recuérdalo. Porque si de algo estoy segura es que las personas no mueren mientras exista alguien que las recuerda a diario. 
Gracias por enseñarme siempre el camino. Por mostrarme quiénes importaban de verdad y quiénes no. ¿Sabes? La verdad siempre acaba ganando, tal y como me enseñaste. Y se cumple.
También gracias por cuidar de mi familia, pese a todo lo que está pasando. Ya sabes que aquí abajo no nos damos cuenta de lo que de verdad importa y perdemos el tiempo en tonterías, irremediablemente.
¿La meta que querías que cumpliese? Cada día la recuerdo y a diario lucho por ella. Pero ya sabes que hay que empezar desde abajo. Esto no es nada fácil.
Por lo demás, todo va bien. Un poco de rutina, estrés y agobios que nunca faltan. ¿Las risas? Las risas siguen siendo las protagonistas. Se puede decir que me siento feliz y completa. No tienes que preocuparte.
Solo te pido un favor: no dejes de estar a mi lado. Aún recuerdo que te fuiste a buscar una estrella que te pedí para jugar. Y fue duro comprender que nunca volverías a traérmela. Pero me he dado cuenta de algo, no hace falta que me sigas escondiendo el secreto. Esa estrella me la guardas cada día en el bolsillo para que me de luz. Y es la sensación más maravillosa del mundo. 
Ya sabes que por aquí nadie te olvida. Ojalá en el cielo vaya todo genial. Enséñales lo especial que eres. 
Y cuídate. Y cuídame. 

martes, 6 de noviembre de 2012

No me puedo creer que ya estemos en noviembre

Así, sin avisar. Un día estás en la playa, disfrutando de tus vacaciones tumbada en una hamaca a miles de kilómetros de todo, acompañada por una copa y una sonrisa que te vuela la cabeza, y de repente, zas. 
El frío llega, la rutina vuelve a hacer de las suyas y empiezas a ver las primeras luces de Navidad. Y solo te dan ganas de sentarte en ese sofá, bajo esa manta azul, y ver en la tele lo que sea, cualquier cosa, ya sea una película de ciencia ficción, un programa basura del corazón o una serie sobre bricolaje. Da igual, porque sabes que lo que tienes a tu lado supera con creces cualquier show televisivo, es como la mejor audiencia que puedas tener, un prime-time de carne y huesos.
De todas formas, aún quedan casi dos meses para acabar el año. Dejemos para esa época el balance de lo maravilloso que ha sido 2012.

Claro que sí.