Una vez soñé que me sorprendías por detrás y me rodeabas con tus brazos, me embriagabas con ese perfume que sabes que adoro y me dabas besos por todo el cuello para dejar mi piel erizada y mi corazón latiendo a mil por hora. En el mismo sueño también salías tú abrazándome fuerte fuerte, mirándome con esos ojos tan penetrantes y diciéndome tonterías de esas que me encanta reírte. Y qué curioso, también salía yo preocupándome por empezar a sentir algo que no quería sentir por ti, pero que se iba haciendo cada vez más intenso. A partir de ese momento, el sueño se iba convirtiendo en pesadilla. Ahora salías tú muy pocas veces, solo me veía a mi: yo esperando al lado del teléfono, yo embobada delante del ordenador, yo enfadada, yo triste....Me empezaba a no gustar este sueño. Pero no podía despertar. Entonces volvías a salir tú, y tu sonrisa, y tu olor, y tu boca. Y también salían mis ganas por decirte "no te vayas", mi impotencia por ver que de verdad te ibas y por saber que nada volvería a ser lo mismo, que te perdía, te perdía irremediablemente. Y mientas te despedía lo intuía dentro de mi. Que ya no ibas a volver nunca. Otra vez volvía a perder a alguien. Otra vez yo y mi estupidez. Menudo sueño. Y de repente desperté. Pero, ¿de verdad fue un sueño.... o fue real?
¿Y por qué te sigo echando tantísimo de menos, joder?
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