martes, 6 de noviembre de 2012

No me puedo creer que ya estemos en noviembre

Así, sin avisar. Un día estás en la playa, disfrutando de tus vacaciones tumbada en una hamaca a miles de kilómetros de todo, acompañada por una copa y una sonrisa que te vuela la cabeza, y de repente, zas. 
El frío llega, la rutina vuelve a hacer de las suyas y empiezas a ver las primeras luces de Navidad. Y solo te dan ganas de sentarte en ese sofá, bajo esa manta azul, y ver en la tele lo que sea, cualquier cosa, ya sea una película de ciencia ficción, un programa basura del corazón o una serie sobre bricolaje. Da igual, porque sabes que lo que tienes a tu lado supera con creces cualquier show televisivo, es como la mejor audiencia que puedas tener, un prime-time de carne y huesos.
De todas formas, aún quedan casi dos meses para acabar el año. Dejemos para esa época el balance de lo maravilloso que ha sido 2012.

Claro que sí. 

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